Por: Ángela Brito
San Pedro de Macoris, Rep. Dom.-
La humanidad ha perdido el amor
a la vida, tanto a la del prójimo, como
a la propia, esto no es una sorpresa para nadie, sin embargo, cada vez que
escuchamos que una persona mata a otra, nos impactamos como si nunca hubiéramos
escuchado algo igual.
Esposos matan a sus esposas, mujeres abortan, hermano mata a otro
hermano, y padres que violan a sus hijos, todas estas cosas son señales antes
del fin, así lo dice la Biblia.
Guerras, terremotos, explosiones, suicidios, homicidios, infanticidios,
matricidios y genocidios, son las
principales palabras que caracterizan los titulares de los distintos medios de
prensa, tanto de radio y televisión, así como de los periódicos.
Cada día, cuando escuchamos o vemos de algún caso lamentable, solo
exclamamos, Cristo, ven pronto por favor!, sin embargo, Él no lo ha hecho,
dando tiempo a que precisamente, los que cometen ciertos de actos, cambien de
su accionar.
Las acciones que vemos en nuestro país, y otras naciones nos indican que
las cosas no andan bien en la tierra.
Procuremos pues una transformación, es tiempo de experimentar cambios
significativos que pueden ser de bien para la sociedad que está creciendo y que
luego serán los hombres que necesitamos.
Y oiréis de guerras y rumores de guerras. Habrá hambre. Se levantarán
reino contra reino. Terremoto ocurrirán en la tierra y habrá lamento en la
tierra, pero aun no será el fin, según el evangelio de San Mateo.
Arrepentíos y convertíos, porque las señales indican que el fin se acerca, y
que Cristo, viene pronto.
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